Saltar al contenido

Tarifa, historia y entorno natural

Tarifa, historia y entorno natural

Tarifa. Enclave estratégico también para la historia.

Paisaje de Tarifa
Vista desde uno de los observatorios de Tarifa

Las primeras noticias acerca de esta región de la geografía ibérica se difuminan en los dominios de la leyenda. En diversas ocasiones se mencionan en la Biblia lugares que bien podrían relacionarse con la zona gaditana y del Estrecho. La mitología griega es más explícita, ya que sitúa al esforzado Hércules realizando alguno de sus trabajos en lo que fueron los confines occidentales del mundo antiguo. Serían los griegos los que inmortalizarían el paso del estrecho como las Columnas de Hércules. Hoy la imagen todavía perdura como símbolo en el escudo de España, después de que Carlos V la incluyera, convirtiendo el Non Plus Ultra romano -recordatorio del fin de la Tierra conocida- en Plus Ultra en alusión a los descubrimientos de ultramar.

Dejando a un lado la leyenda, la presencia humana en la zona norte del Estrecho está atestiguada por los numerosos yacimientos prehistóricos que encontramos, y que abarcan desde el Paleolítico superior hasta la Edad del Bronce. Diversas cuevas y abrigos ofrecen importantes ejemplos de un arte rupestre que se conoce como Arte Sureño, el más famoso de los cuales es la Cueva del Moro.

Se sabe de la trascendencia de la zona en periodo fenicio-púnico, aunque no se han encontrado los restos de sus asentamientos más importantes, quizá porque, al llegar, los romanos edificaron sus más importantes ciudades sobre ellos.

Baelo Claudia. Historia de Tarifa
Baelo Claudia

La más destacada de las ciudades romanas del entorno fue Baelo Claudia, fundada en el siglo II a.C. y relacionada desde muy temprano con la pesca y el comercio con el norte de África. Clave en su economía serían las factorías de garum -especie de salsa a base de pescado muy apreciada como condimento en el mundo antiguo- y se cree que la pesca de atún rojo ya era una actividad económica sobresaliente que continuaría hasta nuestros días.

Tras las invasiones bárbaras hay trazas del asentamiento de vándalos y visigodos por la geografía tarifeña, así como alguna prueba de presencia bizantina, hasta llegar los árabes en el 711. Se dice que un año antes Tarif Abu Zara, comandante de Tarik al que debemos el nombre actual de la población, desembarcó en la Isla de las Palomas para una expedición de reconocimiento por la costa norte del Estrecho. Ante la ausencia de importantes contingentes de defensa, Tarik, un año después, emprendió la conquista de la Península.

No sería hasta el siglo X que se empezó a fortificar la ciudad que comenzaba a adquirir importancia, sobre todo de manos de Abderramán III. Después pasaría a depender de la Taifa de Algeciras y de Sevilla, así como de almorávides y almohades hasta que el poder musulmán empezó a decaer tras la batalla de las Navas de Tolosa en 1212. Finalmente, en 1292, como parte de la frontera occidental del Reino de Granada, cayó a manos de Sancho IV de Castilla, dejando su defensa encargada a Alonso Pérez de Guzmán. Según reza la leyenda, durante un asedio defendiendo la ciudad de los benimerines, el hijo de Alonso fue capturado y ofrecido a su padre a cambio de la ciudad. En respuesta, el defensor de la plaza presentó su puñal a los captores para que mataran a su hijo, pues él no iba a entregar Tarifa.

Desde entonces, su estratégica situación la llevó a jugar importantes papeles en los conflictos con los británicos y en la Guerra de Independencia contra los franceses, así como en la Guerra Civil española.

Hoy sigue manteniendo su importancia como enclave estratégico: es el punto de encuentro de dos culturas, dos continentes y dos mares, un paraje natural excepcional por su importancia en el intercambio entre dos mundos.

Entorno natural. Lugar de encuentros y grandes migraciones.

La costa de Tarifa se extiende desde la ensenada de Zahara al oeste hasta la ensenada de El Tolmo al este. El litoral del primer tramo es fundamentalmente de costa baja donde se intercalan playas de arenas finas con diversos cabos y puntas.

Destacan en este tramo los acantilados de Punta Camarinal y Punta Paloma así como las formaciones dunares de Valdevaqueros y Bolonia. La costa oriental, en dirección a la Bahía de Algeciras, se eleva abruptamente sobre el nivel del mar originando grandes acantilados que alternan con calas rocosas.

En la geología de la zona sobresalen las formaciones debidas a diversos movimientos tectónicos de la orogenia alpina, cuando se elevaron los depósitos marinos entre las placas de Alborán e Ibérica. De este modo encontramos areniscas en las sierras del interior y margas esquistosas, así como arenisco-esquistosas-micáceas en la costa. Es en estas formaciones costeras donde aparecen los Flysch, resultado de la erosión de los materiales más blandos y la permanencia de los duros, que otorgan a algunas zonas del litoral un curioso paisaje.

Hacia el interior, la mayor parte de las formaciones vegetales pertenece a los llamados bosques mediterráneos de alcornoques con matorral bajo xerófito, esto es, adaptados a la vida en ambientes secos. Sin embargo, en aquellas zonas cercanas al Estrecho y en las cotas más elevadas de la serranía, la humedad que absorben los vientos a su paso por el Mar Mediterráneo se condensa en las cumbres al ascender por las sierras, provocando nubes de estancamiento que determinan la presencia de nieblas espesas y persistentes llamadas localmente «Barbas del Levante». Ello contribuye a suavizar los efectos de la sequía estival propia del clima mediterráneo en las crestas altas del Parque Natural, dando lugar a un tipo de vegetación especial conocida como bosques de niebla.

Pero hay una vegetación característica y única en Europa que define principalmente al Parque Natural de los Alcornocales. Se trata de los canutos, bosques de ribera peculiares de estas sierras que mantienen relictos tropicales y de los que hablaremos más adelante.

La diversidad de ecosistemas presentes en el Parque Natural, junto a la situación geográfica tan peculiar en la cercanía del Estrecho, sientan las bases determinantes para explicar la riqueza y diversidad faunística de este espacio.

Abundarán las especies típicas del monte mediterráneo. Hablamos de grandes mamíferos como meloncillos (con las mayores poblaciones europeas de esta mangosta), ginetas, nutrias, turones, gato montés o comadreja entre los carnívoros, y ciervos, cabra montés y corzos entre los herbívoros. Estas sierras tienen el privilegio de albergar la última población de corzos andaluces de la subespecie denominada morisca (Capreolus capreolus garganta).

En cuanto a anfibios y reptiles, aproximadamente la mitad de los que contamos en la Península Ibérica habita en los diversos ambientes de la zona.

Mención aparte merecen las aves. A las especies y abundancias típicas que uno podría esperarse del monte mediterráneo con influencia costera hay que unir el extraordinario evento migratorio, que supone el paso por una estrecha franja de territorio de millones de aves cada año en sus recorridos pre y post-nupcial.

Pero no solo se encuentran en esta región dos continentes, sino que el Estrecho de Gibraltar es el privilegiado escenario de la unión de dos mares, el Mediterráneo y el Atlántico, y sus aguas comparten la riqueza de sus cielos. Además de los cetáceos que introducimos en su apartado, es especialmente importante la presencia del atún rojo. Y aquí nos topamos, una vez más, con la migración; a este gigante pelágico le lleva a recorrer miles de kilómetros por el Atlántico, llegando hasta el Golfo de México, para volver, cada año, a las cálidas aguas del Mediterráneo a desovar.

Aproximadamente el 60% del término municipal de Tarifa se encuentra amparado por alguna figura de protección oficial. Destacan al interior el Parque Natural de los Alcornocales, uno de los más grandes de España, y en la costa el Parque Natural del Estrecho, que además del área terrestre protege gran parte del litoral.

Encuentros, grandes viajeros, relictos tropicales… sin lugar a dudas, el Estrecho es uno de los parajes naturales más completos e importantes de nuestra geografía ibérica.

Fuentes

  • Historia de Tarifa. Tarifa.com
  • Tarifa. (2015, 15 de agosto). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 17:26, agosto 25, 2015